Quizás es cierto eso de que los amores más importantes de nuestra
vida nunca se olvidan y que por esa regla de tres, Kevin Federline fue una de
las parejas más intensas de Britney Spears. Esta podría ser una explicación a
los incomprensibles celos y el posterior enfado que la cantante ha tenido al
enterarse de que Kevin se ha casado sin previo aviso y casi en secreto con su
actual pareja Victoria Prince. Una boda que era de esperar teniendo en cuenta
que ambos son padres de una niña de dos años llamada Jordan.
La boda secreta se celebró en una habitación de un hotel de
Las Vegas en compañía de la familia y amigos más cercanos. Por su parte,
Britney se tomó la noticia como un potente jarrón de agua fría, explotando a
llorar y a gritar como una posesa. Parece ser que la cantante aun tenía la
esperanza de recuperar al padre de sus dos hijos, Sean y Jayden de siete y seis
años respectivamente, pero el optimismo dio paso a la tristeza más profunda y
la ira más temible en un tiempo record.
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