Kanye West le ha cogido el gusto a eso de que se le nombre día sí y día también, porque después que anularan sus conciertos durante la gira americana, sus enfados con la MTV, aquellos rumores acerca de su considerable aumento de peso y como no, el videoclip subido de tono y casi sexual que protagoniza junto a su mujer Kim Kardhasian, ahora resulta que según West en la ceremonia de entrega de los Grammys se respira mucho racismo y encima relacionado con su persona.
Ya se veía venir que pronto se armaría un buen revuelo pues el pasado fin de semana, Kayne West expulso a un fan de su concierto solo porque este le pidió que se quitara la balaclava. La calma duro solo un par de días pues quiso dejar constancia de su gusto por la provocación y el escandalo cuando decidió arremeter descaradamente contra la ceremonia de los Grammys, con unos alegatos que han dejado a medio mundo con la boca abierta y perplejos.
“Tengo 36 años y 21 Grammys. Es el mayor número de Grammys para alguien con 36 años. Aparte de estos 21 Grammys, jamás he ganado uno contra un artista blanco” insinuando así y de forma bastante abierta, que en los Grammys existe una especie de conspiración con tintes racistas y que él era el claro ejemplo de lo que ocurría. Pero no se quedó así la cosa ya que término diciendo “Yeezus es el mejor o el segundo mejor álbum en cada categoría. Pero tan solo ha obtenido dos nominaciones para los Grammys. ¿Qué están haciendo? ¿Se piensan que no me he dado cuenta de nada?” Juzgar vosotros mismos.
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