Que los famosos suelen tener poco tiempo libre para dedicarlo a sus asuntos personales, es algo que sabemos de sobra pero incluso ellos pueden sacar ese tiempo de debajo de las piedras, si hiciera falta. Y si no que se lo digan a Kanye West, quien no pudo dejar de preocuparse por su hija North West ni siquiera el mismo día de su boda. Kanye está obsesionado con la seguridad de su pequeña y esto es lo que provoco las diversas tensiones que se observaron en la pareja, durante la celebración de la boda.
Al parecer, Kanye estaba frustrado por el hecho de que su pequeña hija fuera el foco de atención de todo el mundo y esto es algo que ha disgustado mucho al cantante. Su intención es la de proteger a su hija de los paparazzi y todo el loco mundo del espectáculo ya que espera que North crezca como una niña normal y disfrute de una infancia normal. Algo poco compatible con su madre, ya que Kim no sabe vivir sin ser el centro de atención del resto del mundo.
Incluso Kanye ha consultado a sus amistades y a otros personajes públicos, como hacer para proteger a North de las cámaras y de la prensa rosa. Sin duda, estamos ante todo un padrazo que igualmente peca de sobreprotector pero por lo menos demuestra que quiere lo mejor para su hija pequeña. A pesar de que eso conlleve tener discusiones con su mujer en plena celebración de su boda.
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