Leonardo DiCaprio podría haber sido el causante (sin querer) de los celos enfermizos del empresario Andrew Stern, quien no se pudo controlar tras ver las fotografías de su mujer (Katie Cleary) conversando con el actor.
El empresario que llevaba meses aquejado de una terrible depresión, estaba siendo tratado para evitar que se encaminara a un duro y triste final, debido a la desesperación y ansiedad que sufría, por la mala situación en la que se encontraban sus negocios, pasando por diversos problemas de rentas que dificultaban el buen desarrollo de las mismas.
Andrew se disparó en la cabeza, terminando con su vida, algo que desencadenó los comentarios más sentidos de su grupo de amigos. Nadie esperaba que lo hiciera pero sí cada día veían en él el peso de la desesperación siendo una terrible imagen de una mente ausente que cada día estaba más medicado y más atiborrado de productos para ganar músculo y crear una buena imagen.
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