De sobra sabemos que
Kanye West tiene un fuerte carácter, un orgullo enorme y sobretodo una chulería desbordada. Detalles que no duda en demostrar cada vez que tiene ocasión, porque siendo sinceros y aunque sea un excelente cantante, también peca de dejarse llevar por sus emociones cuando su mujer
Beyoncé está de por medio.
Todo ocurrió durante la gala de los
Grammy, donde durante la mayor parte del tiempo su comportamiento fue ejemplar. Salió a cantar con
Paul McCartney e incluso compartió escenario con
Rihanna, una velada muy agradable pero es que Kanye no es de llegar y salir sin montar el espectáculo y en esta ocasión no iba a ser diferente.
La velada transcurría con cierta normalidad hasta que llegó el momento de la entrega de los galardones, cuando una vez más
Beyonce se quedó con ganas de obtener el
Grammy al mejor Álbum del Año ya que se lo otorgaron a
Beck. Es cuando Kanye se subió al escenario con la intención de montar un buen lio, pero por suerte se arrepintió en el último segundo. Eso sí, la cara de pánico que puso Beck no tiene precio.
0 Comentarios